En camino hacia un congreso de astronáutica en Sidney, Tintín, Haddock y Tornasol se reencuentran con Pst, piloto que habían conocido en Stock de coque. Éste les presenta a Laszlo Carreidas, un millonario constructor de aviones que como ellos, se dirige a Sidney. Les propone llevarlos en su nuevo jet. De pronto, el avión es desviado hacia una isla indonesia nada menos que por... Rastapopoulos y su cómplice Allan, que han decidido obtener el acceso a la cuenta suiza de Carreidas.




Nuestros héroes logran escapar y liberan a Carreidas. Se esconden en un templo donde se encuentran a Mik Ezdanitoff, un "iniciado" de quien aprenden la verdadera naturaleza del templo: un lugar visitado por los extraterrestres desde hace milenios. Rastapopoulos, queriendo forzar la entrada del templo, provoca la erupción de un volcán. Finalmente, todos son salvados por un "platillo volante". En cuanto a Rastapopoulos y Allan, sólo Dios sabe donde se encuentran.





Publicado en 1968, Vuelo 714 para Sidney es si se quiere un cierto regreso a la aventura. Por lo tanto, Hergé continúa en él la redefinición de su universo, pero esta vez en concreto, los "malos" que él ataca, aparecen perfectamente ridículos.